“La aventura del saber dura toda la vida”, lo dijo Jero Hernández en el "Encuentro Con" de AFAS que tuvo una feliz reaparición este viernes con cuatro concursantes de excelencia en programas de televisión: el ya mencionado, que lo hizo vía on line; Erundino Alonso, el famoso justiciero del programa El Cazador que antes hizo historia en Boom con Los Lobos; Alberto Sanfrutos, un jienense que también compartió la gloria de Los Lobos y el anfitrión, Francisco Navarro, que tan brillante paso tuvo en Saber y Ganar, en el que además de demostrar templanza y conocimientos llevó a cabo una incesante promoción de Tomelloso.
Fue un entrañable encuentro que moderó y presentó Bernabé Blanco en un Auditorio López Torres abarrotado de público y al que asistieron concejales del Equipo de Gobierno y de la oposición. Los espectadores pasaron una agradable hora y media escuchando a estos sabios televisivos que tanto admira la gente por esa capacidad para responder rápido, aguantar la presión y controlar tantos recovecos del conocimiento.
Cada uno describió el itinerario que les llevó a los concursos de la tele. “En mi familia la educación ha sido fundamental”, contaba Erundino Alonso. “Mis padres tenían carrera y tanto a ellos como a mí nos gusta el saber porque es algo que genera emoción”. El famoso concursante reconoció que fueron sus compañeros de trabajo quienes le animaron a participar en Saber y Ganar, “aunque tardaron bastante en llamarme. Por fin lo hicieron y luego vino la vorágine de otros concursos y el privilegio de dedicarme ahora por entero a la televisión”.
Alberto Sanfrutos coincidió con Erundino en la influencia del entorno más cercano. “El caldo de cultivo en la inquietud por saber y conocer las cosas que te rodean está en casa. Fue mi familia la que animó a ir a los concursos y logré estar 62 programas en Saber y Ganar, que entonces era un logro importante, ahora ya menos. Cuando acabé dije que ya no iría a más concursos, pero veinte años después llegó esa llamada de Los Lobos para ocupar el lugar del recordado José Pinto y, como me había jubilado, vi que era una buena oportunidad”.
A través de la pantalla, Jero Hernández contaba que de pequeño su ilusión siempre fue ir al mítico Un, dos, tres. “Tras un casting entré en Pasapalabra y fue una experiencia maravillosa conocer a grandes personas y poder vivir algo tan bonito. A los concursantes nos mueve la curiosidad por las cosas, aunque en realidad la aventura del saber dura toda la vida”.
El público aplaudía y disfrutaba con las historias de los concursantes, todavía más cuando apareció el que jugaba en casa, Francisco Navarro. “Fue Mari Carmen, mi mujer, quien me animó a ir a Saber y Ganar, un programa que seguíamos mucho. Ella envió la carta, me llamaron pronto y aunque no tuve buenas sensaciones en el casting , logré entrar. Los primeros programas estuve muy nervioso, pero Jordi Hurtado me dio mucha tranquilidad”. Navarro confesó sentirse muy feliz por haber conocido a gente como Erundino, Malen, Manu, Alberto… “no ya por lo mucho que saben, sino por su calidad humana. La verdad es que ha sido una experiencia única”.
Los cuatro protagonistas fueron revelando aspectos menos conocidos de los concurso. Así hablaron de la preparación que siguen. “Cada uno lo hace un poco a su manera, buscas lo que no sabes, en realidad te sirves de la preparación de toda una vida, no es algo específico para un concurso”, apuntaba Alberto. Entre tanto, Jero otorgaba importancia a aspectos como la memoria, el razonamiento, la capacidad de cálculo, la rapidez, la madurez, la serenidad, la sangre fría “y también el esfuerzo físico de los concursantes que pueden pasarse doce horas grabando cinco programas en un plató”. Jero también se refirió al miedo al fracaso que atenaza a algunos concursantes “pero el hecho de aceptar el reto, ya es de por sí un éxito”.
Erundino destacaba el hecho de saber filtrar. “En los concursos de televisión las preguntas son cortas y revisten cierto interés. Es complicado que te pregunten quien es el ministro de Transportes de Indonesia. Es importante conocer tus limitaciones y controlar los trucos que tiene cada concurso. Hay planificarse, ser muy observador y entrenar la memoria”. Francisco consideraba clave “saber sufrir y estar casi siempre con la mente fresca para ofrecer tu mejor nivel. Cada uno nos servimos de nuestro bagaje cultural, hay que estar muy pendiente de la actualidad y apoyarse mucho en la lectura”. En el debate asomaron divertidas anécdotas, preguntas que fueron marcando su devenir de cada concursante, los formatos de los concursos que siempre están condicionados por las audiencias y esa idea de televisión como espectáculo en el que los concursantes, además de demostrar sus conocimientos, van contando sus historias. “Se tocan muchas teclas a la hora de diseñar un concurso de televisión”, aseveró Erundino.
Para el final quedaron las preguntas que se hicieron en las redes sociales y un divertido concurso sobre conocimientos de Tomelloso en el que no participó el anfitrión y donde el resto de participantes salieron bastante airosos. Aunque ninguno de ellos pudo imaginar que en la ciudad había nacido un bebé con un bigote de doce centímetros. Y todos pudieron conocer en la comida previa, la esencia de una institución como AFAS que les causó gran admiración.
Fotos: La Voz de Tomelloso